14. Una lectura muy interesante: Cordero asado, de Roald Dahl
La habitación estaba limpia y acogedora, las cortinas corridas, las dos lámparas de mesa encendidas, la suya y la de l a silla vacía, frente a ella. Detrás, en el aparador, dos vasos altos de Whiskey. Cubos de hielo en un r ecipiente. Mary Maloney estaba esperando a que su marido volviera del trabajo. De vez en cuando echaba una mirada al reloj, pero sin preocupación, simplemente para complacerse de que cada minuto que pasaba acercaba el momento de su llegada. Tenía un aire sonriente y optimista. Su cabeza se inclinaba hacia la costura con entera tranquilidad. Su piel — estaba en el sexto mes del embarazo — había adquirido un maravilloso brillo, los labios suaves y los ojos, de mirada serena, parecían más grandes y oscuros que antes. Cuando el reloj marcaba las cinco menos diez, empezó a escuchar, y pocos minutos más tarde, puntual como siempre, oyó rodar los neumáticos sobre la grava y cerrarse la puerta del coche, los pasos que ...